Ansu Fati ha decidido marcharse cedido al AS Mónaco tras una temporada complicada en el FC Barcelona, marcada por su escasa participación y un desencanto creciente con el cuerpo técnico y la dirigencia del club. El entorno del jugador, según fuentes cercanas, considera que no se le dio un trato justo, y apuntan directamente al técnico Hansi Flick como uno de los responsables del deterioro de la relación.

Aunque Flick le había prometido minutos al inicio de la temporada, la realidad fue distinta. Apenas sumó 298 minutos en 11 partidos oficiales y llegó a recibir críticas públicas por su rendimiento en los entrenamientos, algo que no cayó nada bien ni en el jugador ni en su círculo cercano. Consideran que, físicamente, Ansu estaba listo para competir y que el discurso del club fue inconsistente.

Desde el entorno de Fati aseguran que la dirección deportiva del Barça también priorizó su salida definitiva desde hace meses, lo que alimentó aún más la sensación de estar fuera de los planes. Incluso, llegaron a considerar la posibilidad de una rescisión de contrato, aunque finalmente se optó por una cesión con opción de compra al club del Principado.

El acuerdo contempla que el Mónaco asuma parte del salario del jugador y fija una opción de compra de 11 millones de euros. El Barça, por su parte, se ahorrará cerca de 8 millones en salarios y mantiene contrato con Ansu hasta 2028, aunque su retorno al club en el futuro es incierto.

Ansu Fati parte con el objetivo claro de recuperar su nivel y demostrar que tiene el talento para brillar, incluso si eso significa no volver a vestir la camiseta azulgrana.