Las elevadas temperaturas que azotan actualmente Estados Unidos encendieron las alarmas en la FIFA, a un año del inicio del Mundial 2026. Las condiciones climáticas durante el reciente Mundial de Clubes ya provocaron decenas de casos de atención médica por golpes de calor, lo que ha desatado un debate sobre la seguridad de disputar partidos en pleno verano en Norteamérica.

Mike Tipton, experto en fisiología ambiental de la Universidad de Portsmouth, advirtió en una entrevista con la BBC que el calor podría poner en riesgo tanto a futbolistas como a árbitros y espectadores. Ante esto, sugirió una medida drástica: "La FIFA debería considerar disputar la final del Mundial a las 9 de la mañana".

El especialista considera que la mayoría de los estadios no están preparados para afrontar temperaturas extremas, ya que carecen de techos y zonas de sombra adecuadas. Aunque admite que ya no es posible cambiar la fecha del torneo, insiste en la necesidad de adelantar los horarios para evitar daños a la salud y cambios radicales en la dinámica del juego.

Los horarios previstos actualmente —15:00, 18:00 y 21:00 hora local— priorizan las audiencias globales y los compromisos comerciales, pero Tipton advierte que seguir jugando bajo esas condiciones podría tener consecuencias graves: "Si se continúa en condiciones en las que los datos científicos dicen que hay que parar, los organizadores asumirán una gran responsabilidad", señaló.

El experto propone que los partidos se reorganicen en cuartos, no en mitades, y exige que la FIFA reflexione profundamente sobre las sedes, el momento del año y la hora en la que se celebrará cada encuentro. El organismo rector del fútbol mundial deberá tomar decisiones clave en los próximos meses para evitar una crisis de salud durante el mayor evento del fútbol internacional.