Las frutas son aliadas indiscutibles de una dieta saludable, pero el debate sobre el momento ideal para su consumo continúa. ¿Antes, durante o después de las comidas? Expertos en nutrición aclaran mitos y ofrecen recomendaciones prácticas.

Incorporar frutas a la dieta diaria es una práctica recomendada por médicos y nutricionistas en todo el mundo. Por su alto contenido en fibra, vitaminas y agua, ayudan a mejorar la digestión, fortalecen el sistema inmune y brindan sensación de saciedad. Pero una duda común entre quienes cuidan su alimentación es cuándo es mejor consumirlas.

La nutricionista Laura Tajan explica que no hay un único momento ideal: “Es sobre todo una cuestión de gusto. Puedes comer fruta cuando quieras”. No obstante, destaca que consumirlas antes de una comida puede ser útil para controlar el apetito gracias a su efecto saciante. Esta estrategia puede resultar especialmente beneficiosa para quienes desean perder peso.

Por otro lado, tomar frutas como postre —una práctica culturalmente extendida— no representa un riesgo para la digestión, como muchos creen. “El vaciado gástrico tarda entre tres y seis horas. Comer fruta después de una comida no interfiere con el proceso digestivo”, aclara la especialista.

También desmiente la idea de que la fruta sustituye el cepillado dental. Aunque algunas estimulan la producción de saliva, la higiene bucal debe mantenerse con el cepillado habitual.

La clave, según los expertos, es incluir frutas de forma diaria, variada y sin rigidez. Frutas frescas, especialmente aquellas con bajo índice glucémico como las bayas, guayaba, mora o aguacate, son las más recomendadas. Y aunque el ayurveda sugiere comerlas entre comidas para aprovechar mejor sus nutrientes, lo más importante es su consumo regular.