La junta militar de Birmania informó este viernes que al menos 200 personas fallecieron y 730 resultaron heridas a causa del terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el centro-norte del país. El sismo causó el colapso de numerosos edificios y puentes, dejando a varias zonas sin electricidad. Ante la magnitud de la tragedia, el gobierno militar declaró el estado de emergencia en seis regiones y solicitó asistencia internacional.

El temblor ocurrió a las 12:50 hora local (6:20 GMT) con epicentro en la región de Sagaing, a 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país. El Servicio Geológico de Estados Unidos emitió una "alerta naranja" por el elevado número de víctimas y los daños materiales.

El jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, confirmó que los equipos de crisis ya están en acción. Organizaciones como la Federación Internacional de la Cruz Roja, World Vision y Christian Aid se han movilizado para asistir a los damnificados.

Fuentes locales informaron que varias infraestructuras colapsaron, incluyendo un monasterio donde quedaron atrapados 20 niños. En Rangún, la ciudad más grande de Birmania, el colapso de un puente ha interrumpido rutas de comunicación clave, mientras que se teme por posibles daños en una presa cercana.

El terremoto también afectó a Tailandia, donde la primera ministra Paetongtarn Shinawatra declaró el estado de emergencia en la capital tras el derrumbe de un edificio en construcción, que dejó al menos tres muertos y más de 80 personas atrapadas.