El episodio ocurrido en julio de 2025 en Massachusetts alteró la vida personal y profesional de los involucrados y reavivó el debate sobre privacidad y reputación en el sector tecnológico.

Andrew Cabot, empresario y CEO de Privateer Rum, habló públicamente por primera vez tras el escándalo que involucró a su esposa, Kristin Cabot, directora de recursos humanos de Astronomer, y al CEO de la compañía, Andy Byron, durante un concierto de Coldplay en el Gillette Stadium frente a más de 55.000 espectadores. En las pantallas gigantes del evento, Kristin fue captada en actitud afectuosa con Byron, lo que provocó la viralización inmediata del momento y comentarios incluso del vocalista Chris Martin, quien bromeó sobre la situación.

En un comunicado publicado por PEOPLE, Andrew Cabot aclaró que la pareja estaba “privada y amistosamente separada varias semanas antes del concierto” y que la decisión de divorciarse “ya estaba en marcha antes de esa noche”. El empresario manifestó su esperanza de que la demanda pública de divorcio permita poner fin a la especulación mediática y que su familia recupere la privacidad.

El proceso legal avanzó con rapidez: Kristin Cabot presentó la demanda de divorcio el 13 de agosto de 2025 en Portsmouth, New Hampshire, tras intentar inicialmente una mediación. Aunque la pareja mostraba hasta poco antes del escándalo una imagen pública de estabilidad —como la foto de mayo de 2024 en la que ambos posaban junto a sus hijos con los anillos de bodas—, el episodio afectó directamente su vida profesional. Astronomer suspendió a Byron y a Cabot tras la viralización del video, y ambos renunciaron posteriormente. Pete DeJoy, sucesor de Byron, calificó la repercusión mediática como “inusual y surrealista” para la compañía.

El impacto se extendió también a los círculos privados: Megan Kerrigan, esposa de Andy Byron, dejó el domicilio familiar, devolvió su anillo de bodas y borró el apellido Byron de sus redes sociales antes de cerrar definitivamente su cuenta de Facebook.

El proceso de divorcio involucra además importantes bienes y acciones. Andrew Cabot pertenece a la familia Boston Brahmin, con una fortuna estimada en 15.000 millones de dólares, mientras que Byron tenía opciones sobre el cinco por ciento de Astronomer, compañía valorada en 1.300 millones de dólares y con contratos globales por al menos 13.000 millones de dólares. Hasta ahora, no se conoce el reparto final de bienes ni si Byron ejerció sus opciones antes de su salida.

Fuentes cercanas a los Cabot aseguran que la separación era previa al escándalo, aunque otras voces señalan que la pareja mantenía públicamente una imagen de estabilidad hasta fechas recientes, subrayando la tensión entre la vida privada y la percepción pública en el sector tecnológico.