La crisis del abastecimiento de combustible en Santa Cruz está generando un fuerte impacto en el transporte público, especialmente en los micros que prestan servicio a los estudiantes. La reducción de unidades operativas ha provocado un aumento en el ausentismo escolar, lo que ha llevado a las autoridades educativas a analizar la posibilidad de cambiar las clases presenciales a modalidad virtual o a distancia.

La Dirección Departamental de Educación de Santa Cruz, bajo la dirección de Nelson Alcócer, está evaluando cómo ajustar el calendario escolar ante esta emergencia. Alcócer afirmó que la medida se toma como una alternativa para garantizar que los estudiantes no pierdan clases: "No podemos detener las actividades educativas, por lo que si no se pueden realizar de manera presencial, continuarán a distancia", explicó.

Al final de este miércoles, se espera que se tome una decisión definitiva, que será comunicada a los directores de colegios para que ajusten los planes de estudio.

El dirigente del Magisterio Urbano, Osmar Cabrera, respaldó la medida como una solución ante las dificultades que enfrentan tanto los estudiantes como los docentes. "Los estudiantes llegan tarde, los maestros también tienen dificultades para llegar a las unidades educativas. Es una crisis estructural que afecta a todos los sectores, y la educación no es la excepción", señaló Cabrera.

Este cambio de modalidad es una respuesta ante la grave escasez de transporte público, lo que hace imposible para muchos escolares y maestros llegar a tiempo a las clases. La situación se complica aún más con la poca cantidad de micros que actualmente circulan en la ciudad debido a la falta de diésel, lo que ha provocado una serie de problemas logísticos para el sistema educativo.

Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando en la búsqueda de soluciones para mitigar los efectos de la escasez de combustible y asegurar que la educación no se vea interrumpida.