El consumo de alcohol, incluso en dosis moderadas, puede representar riesgos significativos para la salud. Un reciente estudio publicado en la revista Neurology ha revelado una preocupante relación entre el consumo excesivo de alcohol y la aparición de lesiones cerebrales, específicamente un trastorno conocido como arteroesclerosis hialina. Este hallazgo refuerza la importancia de revisar nuestros hábitos de consumo.

La arteroesclerosis hialina implica el engrosamiento y endurecimiento de pequeños vasos sanguíneos en el cerebro, lo que dificulta la correcta circulación de sangre y puede desencadenar daños cognitivos y de memoria. Aunque el estudio no afirma categóricamente que el alcohol cause directamente estas lesiones, sí muestra una fuerte asociación entre el consumo elevado y un mayor riesgo de daño cerebral, especialmente en adultos mayores.

El análisis se basó en autopsias de 1.781 personas mayores de 75 años. Estas se clasificaron en grupos según su historial de consumo de alcohol: abstemios, bebedores moderados, bebedores en exceso y exbebedores. El riesgo de lesiones vasculares en el cerebro fue un 133% más alto en los bebedores en exceso comparado con quienes nunca bebieron, y un 60% más alto incluso entre quienes bebían de forma moderada.

Adicionalmente, el estudio detectó signos de acumulaciones de proteína tau, un marcador relacionado con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. También se identificó una preocupante reducción de hasta 13 años en la esperanza de vida entre los bebedores en exceso. Estos resultados ponen en duda la idea popularizada sobre los posibles beneficios del consumo moderado de alcohol.

El mensaje es claro: aunque la tolerancia al alcohol varía entre individuos, los riesgos para la salud aumentan notablemente con el consumo. La evidencia científica cada vez es más sólida en demostrar que el alcohol, más allá de cualquier beneficio aparente, puede tener efectos perjudiciales significativos, sobre todo a nivel cerebral y cognitivo. Reducir o evitar su consumo es una decisión clave para preservar la salud a largo plazo.