A cuatro años del procedimiento que destruyó su nariz, Gao Liu enfrenta una recuperación lenta mientras su caso revela la impunidad médica en China

Gao Liu, actriz y cantante reconocida en China por su participación en cine y televisión, se convirtió en 2021 en el rostro visible de los riesgos de la cirugía estética no regulada en el país asiático. Lo que comenzó como un intento por mejorar su imagen frente a las cámaras terminó en una pesadilla que la alejó de los escenarios, la enfrentó a pensamientos suicidas y la obligó a someterse a múltiples tratamientos reconstructivos.

La historia comenzó en octubre de 2020, cuando Gao se sometió a una rinoplastía en la clínica She’s Times, en Guangzhou. La intervención, recomendada por personas cercanas, duró cuatro horas y prometía resultados estéticos “ideales”. Sin embargo, días después, su nariz comenzó a presentar irritación, infecciones y necrosis en la punta. “Pensé que en esas cuatro horas me volvería más hermosa. No esperaba que fueran el inicio de una pesadilla”, escribió en 2021 al compartir su caso en Sina Weibo junto a imágenes de su rostro dañado.

El daño no fue solo físico. La joven artista perdió más de 400 mil yuanes en contratos cancelados, fue hospitalizada por dos meses y atravesó una profunda crisis emocional. Su testimonio conmovió a millones de usuarios en redes sociales y desató una ola de críticas hacia la industria cosmética en China.

La Comisión Municipal de Salud de Guangzhou sancionó al cirujano He Ming con seis meses de suspensión, al comprobar que no contaba con la acreditación necesaria. La clínica fue multada con apenas 49,000 yuanes. Para muchos, una penalización irrisoria frente al daño irreversible causado.

Pero en 2025, nuevas revelaciones pusieron en duda la efectividad de esas medidas. Una investigación de la BBC reveló que el doctor He Ming volvió a operar poco después de su sanción, esta vez desde una nueva clínica llamada Qingya, registrada en la misma dirección que She’s Times. A pesar de estar legalmente inhabilitado hasta 2026, He obtuvo su licencia oficial en abril de 2024 y actualmente opera al frente de una red de 30 clínicas en todo el país.

Mientras tanto, Gao Liu continúa su proceso de recuperación. Tras someterse a dos cirugías reconstructivas y varios tratamientos con láser, ha logrado una mejora parcial. Su nariz aún presenta asimetrías por el daño necrótico en la punta, pero emocionalmente se encuentra más estable. “Incluso si no puedo aceptar del todo que tal vez nunca vuelva a verme igual, tengo que asumirlo”, declaró. “Mi madre fue mi mayor sostén. Sin ella, no habría salido adelante”.

Hoy, Gao Liu no solo lucha por su recuperación, sino también por generar conciencia. Su historia refleja una problemática estructural en China, donde la industria de la cirugía plástica crece sin control. Se estima que hay más de 80,000 clínicas no autorizadas y 100,000 médicos sin formación adecuada. Aplicaciones como SoYoung o GengMei alimentan una cultura de perfección basada en algoritmos que diagnostican “imperfecciones”, promoviendo estándares de belleza inalcanzables entre jóvenes, especialmente mujeres.

El caso Gao Liu no solo expuso una tragedia personal, sino también un sistema que aún hoy sigue fallando a sus pacientes.