La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, atribuyó la derrota electoral de la izquierda en las recientes elecciones generales de Bolivia a la "división" entre sus representantes políticos. La mandataria de Morena lamentó que los políticos de izquierda "se hayan dividido", afirmando que la unidad es fundamental para los movimientos de transformación. Según Sheinbaum, cuando la izquierda se divide, es cuando "pierdes fuerza con la gente, con el pueblo".

Sheinbaum se refirió a los resultados donde el Movimiento Al Socialismo (MAS), con su facción liderada por Eduardo del Castillo, apenas salvó su personería jurídica con un 3,17% de los votos. Otra facción estuvo representada por Andrónico Rodríguez de Alianza Popular, que obtuvo el 8,51%. La máxima figura de la izquierda, Evo Morales, no pudo participar debido a fallos constitucionales, denunciando una "proscripción" de su liderazgo.

La división de la izquierda en Bolivia se hizo evidente entre las facciones lideradas por el presidente saliente Luis Arce y el expresidente Evo Morales. Sus profundas diferencias no solo causaron la fractura de la bancada del MAS en la Asamblea Legislativa, sino que también alcanzaron a la militancia y a las organizaciones sociales, debilitando significativamente su poder electoral.

La consecuencia de esta división es que Bolivia cambiará de gobierno el 8 de noviembre, con la asunción del presidente electo de derecha, Rodrigo Paz. Este resultado pone fin a casi 20 años de gobiernos del MAS en el país. El análisis de Sheinbaum subraya la importancia de la unidad como una lección política clave para los movimientos de izquierda en América Latina.