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Sin harina subsidiada, panificadores asumen pérdidas de hasta un 63%

Sin harina subsidiada, panificadores asumen pérdidas de hasta un 63%

01 de Agosto de 2025 02:38 pm

La elaboración del pan de batalla —el alimento básico más consumido por las familias bolivianas— atraviesa una crisis de rentabilidad. Según un balance técnico practicado el 9 de julio de 2025, sin la harina subsidiada los panificadores trabajan con márgenes insostenibles: pierden el 63% del costo real en cada pan que venden, según un estudio realizado por la Confederación Nacional de Panificadores Artesanos de Bolivia (Conapabol).

El informe, elaborado en base a una jornada típica de trabajo en una panadería mediana que utiliza cuatro quintales de harina de 50 kilos, señala que se produjeron 3.120 unidades de pan. Tras descontar las mermas y las raciones destinadas al personal, quedaron 2.559 unidades disponibles para la venta.

Cada unidad de pan tiene un costo real de Bs 1,35, pero se comercializa a Bs 0,50, como parte de una política de control de precios vigente desde hace más de una década. Esta diferencia genera una pérdida operativa de Bs 2.275,91 por jornada, que impacta directamente en la sostenibilidad del negocio.

La pérdida por cada unidad vendida es de Bs 0,85, lo que representa el 63% del valor de producción. En otras palabras, de cada Bs 1,35 invertidos en producir un pan, el panificador solo recupera Bs 0,50. El resto lo pierde.

Ante esta situación el sector llevó adelante una huelga de 48 horas que después fue suspendida por los dirigentes del gremio, ante la promesa de regularización en la entrega de harina subsidiada. Caso contrario aplicarán el incremento en el precio del alimento.

Desde hace varios meses, el sector panificador ha solicitado una revisión del precio regulado, acceso a insumos subvencionados o algún tipo de subsidio compensatorio. De lo contrario —advierten— muchas panaderías pequeñas podrían cerrar, afectando el abastecimiento en ciudades clave como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Postura estatal Ayer, desde el Gobierno inicialmente reconocieron la entrega irregular de la harina subsidiada, pero indicaron que el paro no se justificaba y que tenía tintes políticos. Incluso se convocó a un diálogo entre Emapa y los panificadores, pero fue un fracaso.

Luego durante la jornada, el viceministro de Defensa al Consumidor, Jorge Silva, lamentó que la dirigencia del sector no haya asistido a una convocatoria formal al diálogo, y acusó inicialmente sus representantes de buscar un conflicto con fines políticos. “Enviamos una nota formal para reunirnos con los panificadores junto con Emapa, pero no se presentaron. Eso demuestra que su interés ya no es económico ni social, sino político”, declaró.

Incluso la autoridad anunció que se aplicaría una sanción directa: quienes no trabajen no recibirán los cuatro quintales de harina que les corresponden de forma diaria.

Asimismo, amenazó con remitir un informe al Ministerio Público para que se investigue a dirigentes que, según denuncias recibidas, estarían desviando insumos subvencionados —como harina, azúcar, manteca y levadura— para venderlos a precios superiores en el mercado informal.

“El convenio con los panificadores establece claramente el precio de Bs 0,50 por unidad y el peso de 60 gramos. Los precios de los insumos no han cambiado, la harina de 50 kilos sigue en Bs 109, cuando en el mercado abierto cuesta Bs 290. Esto la población tiene que saberlo”, enfatizó.

Tensión y acuerdo Tras la amenaza de Silva y después de varias horas de reunión con representantes de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), el sector panificador decidió levantar el paro de 48 horas que había afectado la distribución del pan de batalla en varias ciudades del país.

“El paro se levanta. No estamos tan satisfechos, pero por cuidar a la población con el peso y el precio, decidimos suspender la medida”, señaló el dirigente del sector, Rubén Ríos.

Según explicó, Emapa se comprometió a entregar mayores volúmenes de harina entre hoy y el 20 de agosto, incluyendo el saldo pendiente correspondiente al mes de junio. El dirigente confirmó que el abastecimiento se regularizará progresivamente en los próximos días y que la venta del pan de batalla se normalizará a partir de este viernes, manteniéndose en Bs 0,50 y con 60 gramos de peso por unidad.

Ríos también advirtió que el gremio permanecerá vigilante, ya que parte del acuerdo contempla la llegada de nuevos cargamentos de trigo, cuya verificación será realizada por los panificadores el martes o miércoles de la próxima semana. “Vamos a verificar si realmente están llegando los volúmenes comprometidos. Confiamos en que se subsanará el desfase y seguiremos trabajando por el pueblo boliviano”, agregó.

Subsidio El gerente general de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), Franklin Flores, resaltó que la subvención del Estado a la harina para elaborar “pan de batalla” supera los Bs 1.000 millones al año, por lo que reiteró que cumple con la entrega de este y los demás insumos a los panificadores.

“Los panificadores reciben casi 120 bolsas (de 50 kilos de harina) mes y si sumamos, se hace bastante. Al año superamos los 1.000 millones de bolivianos de subvención que se hace solamente a la harina”, dijo Flores.

De acuerdo a lo programado, Emapa entregó este viernes al menos 7.000 bolsas de 50 kilos de harina al sector panificador en La Paz, volumen corresponde al cupo establecido para esta jornada.

La empresa estatal cumple con las entregas de harina, manteca, levadura y azúcar a los panificadores de La Paz, Oruro, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí, con los que tiene convenios firmados.

El Estado, a través de Emapa, entrega a los panificadores la bolsa de 50 kilos de harina a Bs 109, pero la compra en Bs 488 y Bs 500, “la diferencia entre ambos precios es la subvención que dispuso”.

Lo ocurrido esta semana es solo un síntoma de un modelo que se agota: el subsidio estatal permite contener el precio del pan, pero no resuelve las distorsiones de fondo. Si no se actualizan los mecanismos de control, financiamiento y distribución, el conflicto podría escalar nuevamente, dejando a los consumidores atrapados entre el desabastecimiento y un posible ajuste de precios. Mientras tanto, miles de panaderías pequeñas seguirán operando al filo de la quiebra.

01 de Agosto de 2025 02:38 pm


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