El Gobierno anunció este jueves que reforzará los controles en los mercados del país tras detectar una exagerada ganancia de 12 bolivianos por kilo de carne de res en la venta al detalle. El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, denunció que los carniceros elevan el precio injustificadamente, cobrando mucho más de lo que deberían por trasladar el producto desde el frigorífico hasta los puestos de comercialización. “No puede ser que el pueblo pague más de lo que es justo”, afirmó la autoridad.

Según el ministro, este sobreprecio ha impedido que la reducción del costo en gancho se refleje en el precio final para los consumidores. El pasado lunes 24 de marzo, el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, informó que tras un acuerdo con el sector privado, el kilo en gancho de la carne de res bajó a 34,50 bolivianos. Con esta medida, el precio de la carne molida de segunda debería oscilar entre los 42 y 43 bolivianos, cuando en días anteriores alcanzó hasta los 50.

Ante esta situación, el Gobierno exigió a los vendedores que ajusten sus precios conforme a la reducción en el costo de la carne en gancho. Además, se prevé una fiscalización más estricta en los puntos de venta para evitar especulaciones y abusos que afecten a la población. La medida busca garantizar que la rebaja acordada entre las autoridades y el sector privado beneficie directamente a los consumidores.