Una devastadora emergencia se vive en Texas desde el pasado viernes por la noche, luego de que intensas lluvias provocaran el desbordamiento repentino del río Guadalupe, dejando al menos 89 muertos, entre ellos 27 niñas y niños, y más de 40 personas aún desaparecidas.

Las autoridades desplegaron una amplia operación de búsqueda y rescate, especialmente en la zona del campamento cristiano para niñas Camp Mystic, ubicado en las afueras de Kerrville, donde se reporta la desaparición de una decena de menores y un monitor. El lugar albergaba a unas 750 niñas para un retiro de verano cuando el río se desbordó casi ocho metros en menos de una hora, arrasando viviendas, vehículos y cabañas.

Entre las víctimas confirmadas figura Renee Smajstrla, de 8 años, cuya familia expresó su dolor en redes sociales. Las imágenes del sitio muestran pertenencias cubiertas de barro, en un entorno que días antes era de juegos y oración.

El gobernador del estado indicó que más de 850 personas fueron rescatadas hasta el sábado, pero advirtió que los equipos se mantienen en alerta ante nuevas lluvias previstas en las siguientes 24 a 48 horas. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, aseguró que el gobierno federal ya está enviando refuerzos, aunque destacó la labor de los rescatistas locales, por su conocimiento del terreno.

El presidente Donald Trump calificó la tragedia como “terrible” y prometió ayuda adicional, mientras que el vicegobernador Dan Patrick detalló que el río subió 26 pies (unos 8 metros) en apenas 45 minutos, provocando una de las peores inundaciones registradas en el área.

Campistas y vecinos siguen en estado de shock. Muchos perdieron familiares, como relató una madre que llegó desde Dallas para encontrar que su hija figuraba entre las desaparecidas. Otros como la familia Rojas, hallaron sólo los cimientos de lo que fue una vivienda familiar; la madre y un bebé siguen sin aparecer.

El juez del condado de Kerr, Rob Kelly, afirmó que no hubo forma de prever la magnitud del desastre. “No sabíamos que esta inundación venía”, declaró, explicando que la región carece de sistemas de alerta y que los pronósticos no anticiparon tal volumen de precipitaciones.

El estado de emergencia ha sido declarado en varias regiones. Las autoridades piden a quienes no residan en la zona evitar acercarse, mientras los equipos continúan trabajando con helicópteros, drones y botes, en una carrera contrarreloj por salvar vidas.