La Corte Suprema de Estados Unidos restringió este viernes el alcance de las medidas cautelares que los jueces federales pueden dictar contra decisiones del Poder Ejecutivo.

En una votación de 6 a 3, con mayoría conservadora, el tribunal falló que los jueces ya no podrán emitir órdenes que bloqueen políticas federales en todo el país, sino que sus decisiones se limitarán a los demandantes específicos de cada caso.

El fallo se dio en el contexto de una demanda contra una orden ejecutiva del presidente Donald Trump que buscaba negar la ciudadanía estadounidense a hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en territorio nacional.

Aunque el tribunal no se pronunció sobre la validez de esta medida, sí resolvió que las cortes inferiores excedieron su autoridad al suspenderla a nivel nacional.

Trump celebró la decisión como una “gran victoria” y destacó que incluso la política de ciudadanía por nacimiento resultó “golpeada” indirectamente por el fallo. También elogió al equipo del Departamento de Justicia por su rol en el litigio.

Las juezas Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson manifestaron su disenso, señalando que esta nueva limitación podría dificultar que las personas afectadas por políticas generales accedan a una protección judicial efectiva.

La decisión implica que futuras impugnaciones a decisiones del Ejecutivo deberán presentarse por separado en distintas jurisdicciones, lo que podría generar resultados dispares y más litigios. Además, abre un nuevo escenario legal para las políticas presidenciales, reforzando el poder del Ejecutivo frente a los tribunales.