Una tarde de pesca en familia se transformó en una tragedia cuando un niño de 7 años fue atacado por un cocodrilo mientras jugaba cerca de la orilla de un río.

El incidente ocurrió el pasado viernes en una zona popular para el esparcimiento familiar en el norte de Sudáfrica. Mientras el pequeño se encontraba cerca del agua, el reptil emergió y lo atacó, causando graves heridas. Al escuchar los gritos, los adultos presentes corrieron rápidamente en su ayuda, pero no pudieron evitar que el animal le arrancara el brazo izquierdo.

El niño fue inmediatamente trasladado a un hospital local, donde los médicos lograron detener la hemorragia. Posteriormente, fue transportado en helicóptero a un centro médico de mayor complejidad, donde se le mantuvo en coma inducido para estabilizar su condición. Aunque perdió su brazo, el último informe médico señaló que su condición es estable, aunque aún existe incertidumbre sobre su proceso de recuperación.

La familia, devastada por el suceso, ha iniciado una campaña para recaudar fondos que les permitan afrontar los elevados costos de la rehabilitación del niño. En medio de la angustia, también se ha intensificado el debate en redes sociales, con algunas críticas hacia los padres por no haber tomado precauciones en un área conocida por la presencia de cocodrilos.