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Nueva evidencia confirma que los denisovanos habitaron zonas cálidas como Taiwán

Nueva evidencia confirma que los denisovanos habitaron zonas cálidas como Taiwán

11 de Abril de 2025 08:26 pm

Un fragmento de mandíbula hallado en el lecho marino del Canal de Penghu revela que esta antigua especie humana no solo vivió en Siberia, sino que se adaptó a climas subtropicales, ampliando su mapa geográfico en Asia.

Los denisovanos, un grupo homínido extinto descubierto en 2010 a partir de restos hallados en la cueva Denísova, en Siberia, están cambiando el mapa de su historia evolutiva. Un nuevo estudio publicado en la revista Science reveló que esta especie también habitó regiones cálidas y húmedas como Taiwán, lo que sugiere una notable adaptabilidad ecológica.

El hallazgo se centra en el fósil conocido como Penghu 1, una mandíbula robusta con molares grandes y raíces distintivas, recuperada del lecho marino del Canal de Penghu, cerca de Taiwán, durante actividades de pesca comercial. Este canal, que durante el Pleistoceno formaba parte del continente asiático debido al descenso del nivel del mar, ha sido una fuente relevante de restos paleontológicos.

Un equipo internacional liderado por el científico japonés Takumi Tsutaya utilizó herramientas avanzadas de paleoproteómica para analizar proteínas extraídas del hueso y el esmalte dental del fósil. Se identificaron 4.241 residuos de aminoácidos, incluidos dos variantes genéticas específicas de los denisovanos, lo que confirmó su origen.

Según el estudio, estas variantes son extremadamente raras en humanos modernos, pero prevalecen en poblaciones que presentan una mayor influencia genética denisovana. Este dato refuerza la presencia histórica del grupo más allá de las frías montañas de Altái, donde se hallaron los primeros restos.

“Este hallazgo nos muestra que los denisovanos no solo sobrevivieron en ambientes fríos, sino también en climas cálidos y húmedos. Eso demuestra su capacidad de adaptación a una variedad de entornos ecológicos”, explicó Tsutaya.

El fósil de Penghu 1 guarda similitudes morfológicas con una mandíbula denisovana encontrada en el Tíbet. Ambos comparten características como la robustez mandibular y una estructura molar particular, lo que podría representar rasgos distintivos de esta línea evolutiva. Además, los científicos no descartan que estas diferencias puedan relacionarse con el dimorfismo sexual dentro de la especie.

Hasta ahora, la evidencia genética directa de los denisovanos fuera de Siberia era escasa. Solo un fragmento de mandíbula hallado en el Tíbet había confirmado su presencia en otra región. Con el hallazgo en Taiwán, los investigadores consideran que su distribución fue mucho más amplia de lo que se creía.

Los denisovanos se desarrollaron hace aproximadamente 370.000 años y se extinguieron hace entre 30.000 y 50.000 años. Su ADN fue identificado por primera vez en 2010, a partir de un fragmento de dedo hallado en la cueva Denísova. En ese entonces, se descubrió que compartían el 17% de su genoma con los neandertales, lo que confirmó que ambas especies se cruzaron en algún punto de la evolución humana.

“Actualmente, apenas se conocen diez restos confirmados de los denisovanos. Sin embargo, creo que hay muchos fósiles que podrían incluirse dentro de esta especie, especialmente en China, cuya información genética aún no ha sido analizada”, concluyó Tsutaya.

Este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre la distribución geográfica de los denisovanos, sino que también plantea nuevas preguntas sobre su capacidad de supervivencia en diversos entornos y su influencia genética en poblaciones actuales de Asia y Oceanía.

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