La selección peruana se alista para regresar a Lima luego de una decepcionante participación en la Copa América 2024, quedando eliminada en la fase de grupos. Este resultado ha generado preocupación y una inevitable reflexión sobre el futuro del equipo de cara a la reanudación de las Eliminatorias 2026.

Históricamente, Perú ha sido un equipo que ha logrado instalarse en las fases finales de la Copa América. Sin importar los oponentes, los futbolistas, los técnicos o las sedes, la ‘bicolor’ ha mostrado una resiliencia notable en la fase de grupos, destacándose por su capacidad goleadora. Sin embargo, en esta edición de la Copa América, Perú no logró demostrar esa fortaleza característica. El desempeño del equipo dejó mucho que desear y ha generado inquietud entre los aficionados y analistas.

Aunque gran parte de las críticas han recaído sobre el seleccionador Jorge Fossati, es importante considerar que la responsabilidad no recae únicamente en él. Las decisiones tomadas en cuanto a la conformación del plantel, incluyendo el polémico llamado de Christian Cueva, han sido muy debatidas. No obstante, es dudoso que cualquier entrenador, incluso uno de la talla de Ricardo Gareca, hubiera logrado clasificar a Perú a los cuartos de final en esta Copa América.

Uno de los errores señalados en Fossati ha sido su insistencia en convocar a la ‘Vieja Guardia’, compuesta por jugadores como Paolo Guerrero, André Carrillo y Christian Cueva. Este último ha sido objeto de críticas constantes debido a su rendimiento actual. Sin embargo, es importante reconocer que la falta de alternativas no es culpa exclusiva de Fossati, sino de un sistema futbolístico peruano que ha fallado en producir nuevos talentos.

El recambio generacional ha sido un tema recurrente y Fossati ha intentado incluir a nuevos jugadores como Piero Quispe, Marcos López, Oliver Sonne, Franco Zanelatto y Joao Grimaldo. Además, ha intentado reconstruir el equipo con jugadores menos frecuentes como Alexander Callens, Wilder Cartagena, Sergio Peña y Andy Polo.

En conclusión, la eliminación de Perú en la fase de grupos de la Copa América 2024 subraya la necesidad de una profunda reflexión y reorganización dentro del fútbol peruano. El futuro del equipo dependerá no solo de la capacidad del seleccionador, sino también de la renovación y desarrollo de nuevos talentos para afrontar los desafíos venideros.