El presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó su disposición a reunirse con el exmandatario estadounidense Donald Trump, destacando la importancia de un encuentro bien preparado para que sea productivo. Durante una declaración televisada el miércoles, Putin afirmó que "con gusto" se encontraría con Trump, con quien tuvo reuniones previas durante su presidencia.

“Me gustaría tener una reunión, pero debe estar preparada para que traiga resultados”, sostuvo el mandatario ruso. Además, subrayó que sin fortalecer el nivel de confianza entre Rusia y Estados Unidos, será imposible abordar múltiples problemas, incluida la crisis en Ucrania.

El anuncio de Putin se produjo tras una reunión entre delegaciones de ambos países en Riad, Arabia Saudita, la cual calificó de “muy amistosa y acogedora”. Durante estas conversaciones, los funcionarios acordaron sentar las bases para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y crear un “mecanismo de consulta” para resolver disputas, además de nombrar negociadores para la cuestión ucraniana.

El líder ruso también reveló que sostuvo una conversación telefónica con Trump el pasado 12 de febrero, en la que ambos acordaron iniciar negociaciones para buscar una solución al conflicto en Ucrania. Esta charla ocurrió exactamente tres años después de la conversación que Putin tuvo con el entonces presidente Joe Biden, semanas antes del inicio de la guerra.

En respuesta a estos acontecimientos, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, señaló que Trump está influenciado por un “espacio de desinformación” creado por Rusia, en referencia a las conversaciones entre la administración del exmandatario estadounidense y el Kremlin. Se espera que Keith Kellogg, enviado especial de EE.UU. para Ucrania y Rusia, se reúna con Zelensky en Kiev para tratar la situación.

Putin reiteró que Rusia nunca se ha negado a negociar con Ucrania y aseguró que Kiev no ha sido excluido de este proceso. Mientras tanto, las expectativas crecen ante un posible encuentro entre Putin y Trump, que podría marcar un nuevo rumbo en la relación entre ambas potencias.