En Santa Cruz, las celebraciones por el Bicentenario de Bolivia se llevaron a cabo sin la asistencia del alcalde municipal, Jhonny Fernández, ni del gobernador interino, Mario Aguilera. La jornada inició con una ofrenda floral a los pies del monumento a Ignacio Warnes, seguida del izamiento de la bandera en la plaza 24 de Septiembre. Estuvieron presentes concejales, asambleístas departamentales y líderes cívicos locales, pero tanto Fernández como Aguilera brillaron por su ausencia.

Desde el Comité Cívico Pro Santa Cruz, su presidente, Stello Cochamanidis, lamentó públicamente la falta de los dos jerarcas. Se trata de una coyuntura marcada por tensiones institucionales: el Comité ha declarado persona no grata a Fernández y suspendido toda relación con su gestión municipal debido a incidentes recientes en el Concejo Municipal, lo que ha deteriorado la relación entre el gobierno local y la sociedad civil.

Durante los actos, ambos fueron abucheados por parte del público asistente, mientras se escuchaban gritos pidiendo la liberación del gobernador electo Luis Fernando Camacho. Fernández fue señalizado en dos momentos distintos: durante la ofrenda floral e izamiento de la bandera; Aguilera también fue objetivo de silbidos e insultos durante su participación. Pese a ello, las autoridades cívicas y concejales cruceños continuaron con el protocolo, reemplazando la representación oficial ausente.

La ausencia simboliza una brecha creciente entre las autoridades electas y la población cruceña que protesta además por falta de autonomía institucional, respuestas a demandas de la comunidad, y tensiones con la gestión municipal.