La población de Llallagua continúa en vigilia permanente luego de los saqueos y bloqueos de los que fue víctima ayer por parte de sectores afines a Evo Morales que mantienen sus medidas de presión.

Según testimonios de los pobladores de esa región del norte de Potosí a Los Tiempos, el objetivo de las vigilias es resguardarse de otros atentados, ya que, además del cierre de vías los bloqueadores, les han cortado los servicios de agua y gas y amenazan con cortar la energía eléctrica.

En tanto, la Policía empezó el desbloqueo en la carretera Huanuni-Llallagua para garantizar la seguridad de la población, informó hoy el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera.

"En este momento, estamos procediendo al levantamiento del bloqueo que impide la libre transitabilidad con el municipio de Llallagua. La Policía se ha trasladado al lugar con la finalidad de restablecer el orden y brindar certidumbre a toda la población", declaró la autoridad en entrevista con Bolivia TV.

Según Aguilera, el operativo involucra a efectivos trasladados desde distintas regiones del país para reforzar la presencia del Estado en una zona marcada por la tensión y recientes hechos de violencia que causaron zozobra.

Pese a la violenta toma y los más de 30 heridos reportados ayer en Llalagua, el fiscal departamental de Potosí, Erick Aparicio, informó que hasta el momento no existen personas aprehendidas.

"No tenemos en este momento inicial de la investigación personas aprehendidas. Estamos tratando de identificar e individualizar a quienes hayan tenido participación en estos hechos", indicó Aparicio a Unitel.

Los pobladores de Llallagua fueron atacados ayer por comunarios de ayllus afines al expresidente Morales, mientras intentaban desbloquear la carretera entre Uncía y la localidad, una vía clave para el tránsito hacia La Paz y otras regiones del país.

Los comunarios ingresaron a la ciudad portando explosivos y saquearon comercios y tomaron instituciones. Un reducido contingente policial fue superado y posteriormente fue reforzado con apoyo militar. El Gobierno denunció un intento de romper el orden constitucional.