Elon Musk anunció que su empresa Neuralink comenzará en los próximos meses a realizar implantes cerebrales en personas con discapacidad visual, con el objetivo de restaurar la vista mediante la transmisión directa de señales visuales a la corteza cerebral.

El procedimiento, que representa un cambio radical frente a los tratamientos tradicionales para la ceguera, busca escribir información visual directamente en el cerebro, incluso en personas completamente ciegas. Las primeras pruebas en humanos están previstas para un plazo de seis a doce meses.

Musk indicó que los ensayos preclínicos en animales han sido exitosos, incluyendo el caso de un mono que lleva tres años con un implante funcional. Si bien la resolución inicial de las imágenes será limitada, el empresario proyecta una evolución hacia dispositivos con alta definición y la capacidad de ver longitudes de onda que el ojo humano no percibe, como infrarrojo o ultravioleta.

Esta tecnología no solo abriría nuevas posibilidades para las personas con pérdida total de visión, sino también para ampliar los sentidos humanos.

El avance de Neuralink forma parte de una visión más amplia de Musk sobre la integración del cerebro humano con la inteligencia artificial.

Además de restaurar funciones perdidas, el magnate sugiere que en el futuro los implantes podrían aumentar la inteligencia y los sentidos humanos, permitiendo una interacción más eficiente con sistemas de IA avanzados. Con estas proyecciones, Neuralink se posiciona como una de las iniciativas más ambiciosas en el cruce entre neurociencia, medicina y tecnología.