En Fregona, una localidad a una hora al norte de Venecia, la preocupación por el futuro es cada vez más palpable. Con apenas cuatro nacimientos registrados en lo que va del año y una población envejecida de cerca de 2.700 habitantes, el pueblo se ha convertido en símbolo de la crisis demográfica que azota a Italia.

El cierre de negocios como supermercados, peluquerías y restaurantes refleja el vaciamiento paulatino de este pintoresco municipio alpino. Pero la alarma mayor la ha encendido el inminente cierre del curso de primer año en la escuela local, que no alcanza el mínimo de 10 niños exigido para recibir apoyo estatal. Con solo cuatro inscritos, el alcalde Giacomo de Luca advierte que perder esa clase podría marcar un punto de no retorno.

En un intento por evitarlo, De Luca ha salido a buscar niños fuera del pueblo, ofreciendo transporte gratuito, jornada extendida y otros beneficios financiados por el ayuntamiento. “Si se van, es probable que nunca regresen”, advierte con preocupación.

Este panorama no es exclusivo de Fregona. Italia enfrenta una crisis demográfica de alcance nacional. En los últimos 10 años, ha perdido 1,9 millones de habitantes y su tasa de fertilidad se ha desplomado a 1,18 hijos por mujer, la más baja de Europa. Pese a incentivos como bonos por nacimiento, deducciones fiscales y licencias extendidas, muchas familias consideran insuficiente el apoyo estatal.

Valentina Dottor, madre de una niña de 10 meses, dice que el subsidio que recibe apenas cubre lo esencial. Excluida del nuevo bono de €1.000 previsto para 2025, se enfrenta además a la escasez de centros de cuidado infantil accesibles. “Sin mi abuela, no sabría dónde dejar a mi hija”, afirma.

Como ella, muchas mujeres jóvenes en Italia dudan si asumir la maternidad. El temor a la inestabilidad económica, la falta de servicios y la dificultad para conciliar trabajo y crianza frenan la decisión de tener hijos.

Mientras tanto, pueblos como Fregona luchan por no desaparecer, enfrentando una realidad donde, como dice su alcalde, “sin niños, el pueblo morirá”.