Kylian Mbappé se prepara para recuperar su lugar en el centro de la escena mundialista. Tras un inicio de torneo atípico, condicionado por un proceso vírico y una participación limitada, el delantero francés buscará brillar en el duelo más simbólico de todos: ante su exequipo, el París Saint-Germain.

Hasta ahora, Mbappé solo ha sumado 45 minutos en el Mundial, sin haber sido titular en ningún partido. Xabi Alonso, técnico del Real Madrid, ha administrado su participación con cautela, dándole espacio a Gonzalo, quien ha respondido con goles y asistencias en todos los partidos. Sin embargo, ha llegado el momento de dar paso al astro francés, que ya dejó señales de su calidad al marcar frente al Borussia Dortmund.

El reencuentro con el PSG no solo estará cargado de emociones en el terreno de juego. Fuera de él, persiste una historia inconclusa. Mbappé reclama al club parisino cerca de 55 millones de euros por salarios y primas impagas. La tensión se agravó con acusaciones de "acoso moral" tras ser marginado del equipo en 2023 por negarse a renovar. Aunque el jugador retiró formalmente su demanda, el caso sigue bajo revisión judicial en Francia.

El destino ha querido que este reencuentro suceda en Nueva York, en el MetLife Stadium, donde el francés intentará saldar cuentas deportivas. Se marchó del PSG sin lograr el gran anhelo: levantar la Champions League. Irónicamente, el club logró ese título justo después de su salida. Ahora, Mbappé tiene la oportunidad de demostrar que es capaz de alcanzarla con su nuevo equipo.

Como si faltaran ingredientes, el árbitro del partido será Szymon Marciniak, el mismo que dirigió la final del Mundial de 2022, donde Kylian firmó un triplete pero cayó derrotado. Todo está dispuesto para un duelo cargado de simbolismo, tensión y ambición, en el que más que una final anticipada, estará en juego el orgullo y la historia personal del jugador más mediático del momento.