Tras la muerte del papa Francisco, la atención en África se centra en la posibilidad de que el próximo líder de la Iglesia católica sea africano.

Aunque la probabilidad es baja, muchos fieles consideran que sería un reconocimiento justo al crecimiento del catolicismo en el continente, donde ya se concentra cerca del 20% de los católicos del mundo.

Entre los nombres que suenan están el cardenal ghanés Peter Turkson, el congoleño Fridolin Ambongo y el marfileño Ignace Bessi Dogbo. A pesar de su trayectoria, expertos vaticanos creen que ninguno ha sido expuesto al mismo escrutinio público que los cardenales europeos o norteamericanos.

Algunos fieles creen que un papa africano revitalizaría la fe y cambiaría la percepción del continente. Sin embargo, otros señalan que lo más importante es que el nuevo pontífice sea un guía espiritual firme, sin importar su origen.

La elección de un papa africano también podría reflejar posturas más conservadoras en temas sociales, como el rechazo a las bendiciones de parejas del mismo sexo, que causaron controversia entre clérigos africanos.