El club blanco emitió un duro comunicado contra los árbitros designados, mientras crece la tensión a pocas horas del partido ante el Barcelona

A pocas horas de la esperada final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Real Madrid, el conjunto merengue encendió la polémica con un comunicado en el que expresa su rechazo a las declaraciones públicas de los árbitros designados para el encuentro. La situación ha escalado a tal punto que algunos medios españoles especulan con la posibilidad de que el Madrid no se presente a disputar el partido programado para este sábado a las 17:00 (hora argentina) en el Estadio La Cartuja de Sevilla.

El detonante fue una conferencia de prensa en la que el árbitro principal Ricardo De Burgos Bengoetxea y el encargado del VAR, Pablo González Fuertes, expresaron su malestar ante los ataques que han recibido, especialmente desde el canal oficial del club blanco, Real Madrid TV. Ambos hablaron de presiones, amenazas y el impacto personal que estas críticas han generado.

“Cuando un hijo tuyo va al colegio y le dicen que su padre es un ladrón, eso es muy jodido”, afirmó De Burgos, visiblemente afectado. Su colega González Fuertes, por su parte, señaló que los ataques desde redes oficiales de clubes han puesto en duda la honestidad del colectivo arbitral.

En respuesta, el Real Madrid calificó las declaraciones como “inadmisibles” y denunció una “clara y manifiesta animadversión y hostilidad” hacia el club. El comunicado, que no menciona explícitamente una posible ausencia del equipo en la final, reclama que se tomen “las medidas correspondientes en defensa del prestigio de las instituciones”.

Las reacciones no tardaron en llegar. El presidente de La Liga, Javier Tebas, lanzó duras críticas en redes sociales dirigidas, aunque sin nombrarlo, al presidente merengue Florentino Pérez, acusándolo de presionar constantemente al sistema arbitral. “No protesta, presiona. No se queja, amenaza. No discrepa, castiga”, publicó en X.

El técnico del Barcelona, Hansi Flick, intentó bajarle el tono a la polémica. “Necesitamos a los árbitros, hay que respetarlos. No está bien hablar de ellos así”, expresó, desmarcándose de la postura del rival.

Mientras tanto, se suspendió la conferencia de prensa del entrenador Carlo Ancelotti y del jugador Luka Modric, así como la práctica oficial del Real Madrid en La Cartuja. A su vez, Florentino Pérez se ausentó de la cena oficial previa al partido, siendo representado por Emilio Butragueño.

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por su parte, rechazó la petición de cambiar a los árbitros, señalando que “no vamos a bailar al son que nos marque ningún equipo”.

En medio de la incertidumbre, la pelota aún no ha empezado a rodar, pero la tensión ya se juega en los despachos y redes sociales.