El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sorprendido al mundo con una propuesta para "tomar el control" de la Franja de Gaza y convertirla en un destino turístico de lujo, similar a la Riviera francesa.

Durante una conferencia conjunta con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Trump sugirió que los residentes palestinos fueran reubicados permanentemente en otros países vecinos.

Esta iniciativa ha generado una ola de críticas internacionales. La ONU advirtió que cualquier intento de deportación forzada de la población palestina violaría el derecho internacional. Organizaciones palestinas y países árabes han rechazado la propuesta, considerándola una forma de "limpieza étnica".

Por su parte, Netanyahu expresó su apoyo a la idea, calificándola como una "propuesta interesante" que podría contribuir a la estabilidad regional. Sin embargo, la comunidad internacional permanece escéptica sobre la viabilidad y legalidad de la propuesta.

Analistas sugieren que esta declaración podría ser una estrategia para presionar a los actores regionales a aceptar acuerdos de normalización con Israel, similar a los acuerdos de Abraham. No obstante, la falta de detalles concretos sobre la implementación del plan genera dudas sobre su seriedad.

En resumen, la propuesta de Trump de transformar Gaza en un destino turístico de lujo ha sido recibida con rechazo y preocupación por la comunidad internacional, que la considera una violación del derecho internacional y una amenaza para la población palestina.