La madrugada de este viernes, extensas filas de vehículos volvieron a ocupar las calles en busca de gasolina y diésel en las principales ciudades del país. La escena se repite en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, donde los conductores denuncian demoras de más de una hora y aseguran que la escasez persiste, pese a los comunicados oficiales que prometen una normalización progresiva del abastecimiento.

En la capital cruceña, varios surtidores como el ubicado en el segundo anillo, zona del Chiriguano, mostraron largas colas de automóviles desde tempranas horas. Algunos choferes indicaron haber llegado desde las 4:00 de la mañana sin lograr abastecerse.

Situación similar se vive en Cochabamba, donde estaciones cercanas a la avenida Beijing lucen colapsadas. El tránsito vehicular se torna caótico, y aunque hay combustible en algunos puntos, la alta demanda y la falta de diésel en otros generan tensión y demoras.

En La Paz, el panorama no es distinto. El transporte público y privado acusa dificultades, y varios conductores de buses urbanos han reducido sus recorridos por la falta de carburantes. “Nos dicen que el suministro está mejorando, pero seguimos parados en fila todos los días”, se quejó un transportista paceño.

La ciudadanía expresa su creciente malestar, reclamando respuestas concretas y soluciones inmediatas ante una crisis que ya afecta a la movilidad diaria y golpea a la economía urbana.