Un impactante caso de presunto abuso infantil ha conmocionado a la comunidad de Falls Township, Pensilvania, luego de que un jefe de bomberos fuera arrestado por causar graves lesiones a su hija. Según documentos judiciales, el hombre habría arrojado a la bebé al suelo porque no dejaba de llorar, provocándole una fractura de cráneo.

La alerta surgió cuando médicos del Hospital Infantil de Filadelfia atendieron a la menor y detectaron signos de posible abuso, lo que llevó a la intervención de las autoridades y a la posterior detención del acusado.

Durante la investigación, el detenido admitió ante los detectives que perdió el control debido al llanto incesante de la niña. Según los informes, reconoció haber sacado bruscamente a su hija de un columpio antes de arrojarla al suelo en un momento de frustración.

Como resultado, enfrenta cargos por agresión agravada a un menor y poner en peligro la vida de un niño, ambos considerados delitos graves, además de un cargo menor por agresión simple. Tras pagar una fianza de 50.000 dólares, quedó en libertad bajo medidas restrictivas hasta su audiencia preliminar, programada para el 2 de abril.

Ante la gravedad del caso, la compañía de bomberos en la que trabajaba anunció su suspensión indefinida mientras avanza el proceso judicial. En un comunicado, la institución expresó su compromiso con la transparencia y la seguridad de la comunidad, al tiempo que manifestó su solidaridad con la familia del acusado.

El caso ha generado un intenso debate sobre la detección y prevención del abuso infantil, recordando a la población la importancia de denunciar estos hechos.