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La pera: una fruta poderosa para la salud digestiva, cardiovascular y metabólica

La pera: una fruta poderosa para la salud digestiva, cardiovascular y metabólica

03 de Abril de 2025 06:34 pm

Rica en fibra, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, esta fruta dulce y jugosa es mucho más que un simple refrigerio.

Las peras son una fruta sabrosa, accesible y, sobre todo, repleta de beneficios para la salud. Con más de 3.000 variedades alrededor del mundo, este alimento no solo es una excelente fuente de fibra, sino también un aliado clave en la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y los problemas cardíacos, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Una pera mediana aporta vitaminas esenciales como la C, minerales, y antioxidantes como la quercetina, conocidos por combatir los radicales libres y reducir procesos inflamatorios. Esta última característica cobra especial relevancia ante el vínculo de la inflamación crónica con enfermedades como la diabetes y las afecciones del corazón.

Además, las peras tienen un bajo índice glucémico, lo que permite su consumo sin generar picos en los niveles de azúcar en sangre. Un estudio destacó que consumir cinco o más porciones semanales de frutas ricas en antocianinas —como las peras rojas— puede disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 hasta en un 23%.

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Beneficios para la digestión, el corazón y el microbioma

La salud digestiva es uno de los aspectos más beneficiados con el consumo de peras. Su fibra, en su mayoría insoluble, mejora el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Según la Sociedad Estadounidense de Nutrición, menos del 10% de los adultos consume la fibra diaria recomendada, lo que hace de la pera un refuerzo ideal en la dieta.

En cuanto a la salud cardiovascular, la fibra soluble presente en esta fruta ayuda a reducir el colesterol LDL o “colesterol malo”. Además, los antioxidantes como las procianidinas y la quercetina colaboran en mantener arterias saludables y prevenir enfermedades del corazón.

El consumo de peras también fortalece el microbioma intestinal gracias a su contenido en prebióticos. Estos compuestos estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas, lo que favorece la digestión y refuerza el sistema inmunológico.

¿Comer o no la cáscara?

Una parte fundamental del valor nutricional de la pera está en su cáscara. Contiene fitonutrientes y una alta cantidad de fibra insoluble, ideales para una mejor digestión y para maximizar los beneficios antioxidantes de esta fruta.

Sin embargo, se recomienda lavar bien la pera antes de consumirla, especialmente si no es orgánica, para eliminar residuos de pesticidas. Comerla con cáscara permite aprovechar todo su potencial saludable.

Cómo integrarla a la dieta diaria

Gracias a su versatilidad, la pera puede ser incorporada fácilmente en diversas preparaciones. Puede disfrutarse fresca como refrigerio, en batidos, ensaladas o acompañada con quesos. También es ideal para elaborar mermeladas, salsas, tartas, crumbles, y hasta para cocinarla en almíbar o preparar licores.

Salud    
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