Mario Vargas Llosa, el último titán del "boom" latinoamericano
Con su partida, se cierra el ciclo de una generación de escritores que revolucionó la literatura en español desde los años 60.
La muerte del escritor peruano Mario Vargas Llosa marca el fin de una era dorada para la literatura hispanoamericana. Con él desaparece el último gran representante del denominado "boom" latinoamericano, un fenómeno literario que cambió para siempre la narrativa en lengua española durante el siglo XX.
Junto a figuras como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, Vargas Llosa fue piedra angular de este movimiento surgido entre 1967 y 1976, impulsado por editores visionarios como Carmen Balcells y Carlos Barral desde Barcelona. A estos nombres se suman otros como Jorge Edwards, Miguel Ángel Asturias y Juan Carlos Onetti, quienes ayudaron a dar forma a una literatura marcada por el compromiso social y la experimentación narrativa.
El boom fue más que un fenómeno editorial: representó una red de solidaridades revolucionarias, forjada en medio de la efervescencia política de América Latina y el impacto de la Revolución Cubana. Según el propio Vargas Llosa, durante aquellos años reinaba la fraternidad entre los escritores, y todos compartían la convicción de que la literatura del continente tenía una voz potente y una identidad común.
Publicada en 1963, La ciudad y los perros, primera novela de Vargas Llosa, no solo lo catapultó al reconocimiento internacional, sino que posicionó a la narrativa peruana dentro del boom. Esta obra, como muchas otras del movimiento, incorporó técnicas innovadoras y reflejó realidades sociales complejas, con un estilo que en muchos casos se inscribía dentro del “realismo mágico”.
La relación entre los protagonistas del boom fue intensa y, a veces, conflictiva. Vargas Llosa y García Márquez se conocieron en 1967 en el aeropuerto de Caracas. La admiración mutua y su cercanía en Barcelona los unieron durante años, hasta que en 1975 ocurrió un incidente que fracturó para siempre esa amistad: un puñetazo de Vargas Llosa a García Márquez, acompañado de la frase “esto es por lo que le hiciste a Patricia”, en referencia a su esposa, marcó el quiebre. Nunca volvieron a hablarse.
Aquel momento fue interpretado por muchos como el fin simbólico del boom. Pero el legado de este movimiento, con obras que siguen marcando generaciones de lectores y escritores, permanece intacto. Con la partida de Vargas Llosa, se cierra un capítulo brillante de la literatura en español, pero su obra —y la de sus compañeros de generación— continúa iluminando el panorama literario global.
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