La noche del pasado viernes (29 de septiembre) marcó no solo el debut épico de la banda U2 en Las Vegas, sino también la inauguración de la asombrosa sala de conciertos Sphere. Desde gráficos envolventes que abarcaban desde el piso hasta el techo hasta un audio inmersivo que transportaba a los fanáticos a un estudio de grabación con U2, la experiencia fue algo difícil de describir. La interacción íntima entre Bono y los más de 18,000 seguidores agregó un toque personal a la velada, convirtiendo la noche en un evento verdaderamente memorable.

Entre la sinfonía visual de imágenes de la cultura pop que se proyectaban en una pantalla de 366 pies, destacó un momento surreal durante la interpretación de "Even Better Than the Real Thing" del álbum Achtung Baby. Este instante efímero, apenas tres canciones después del inicio, sumergió a la audiencia en un universo donde la línea entre la realidad y la ilusión se desdibujaba. Sin embargo, más allá de la tecnología deslumbrante, la música y el mensaje de U2 se mantuvieron como el núcleo, demostrando que su poder creativo es insuperable.

La verdadera magia se reveló cuando la producción optó por la simplicidad, retirando los alardes tecnológicos para dejar un fondo azul monocromático o un cielo nocturno estrellado, creando el escenario perfecto para las canciones más sosegadas. Sphere no eclipsó a U2; al contrario, actuó como un amplificador que magnificó la innovación de una banda que ha desafiado los límites durante más de 40 años. Este debut no solo fue un espectáculo, sino una fusión perfecta de la maestría musical de U2 y la vanguardia tecnológica de Sphere.

Imagénes del espectáculo que recorren las redes sociales