El mundo del alpinismo se tiñe de luto tras un fin de semana trágico en el que tres escaladores perdieron la vida en diferentes accidentes. Los incidentes, ocurridos en menos de 48 horas, han sacudido a la comunidad montañista y resaltado los riesgos asociados a esta actividad extrema.

El último de estos fatales accidentes se registró el domingo en Peña Vieja, en los Picos de Europa. Un hombre de 44 años, vecino de Mortera, cayó mientras practicaba alpinismo acompañado de una mujer de 34 años. Fue ella quien dio aviso a los servicios de emergencia tras presenciar el trágico suceso. A pesar de la rápida respuesta de un helicóptero medicalizado y los equipos de rescate, el médico solo pudo confirmar el fallecimiento en el lugar. La acompañante, visiblemente conmocionada, fue trasladada a un lugar seguro. Ambos eran alpinistas con experiencia, según informaron las autoridades.

El viernes, otra tragedia golpeó al sur del país, donde una joven de 21 años cayó desde 150 metros de altura durante una escalada. Apenas un día después, un hombre de unos 30 años falleció tras caer 20 metros mientras practicaba escalada en el noreste.

Estos incidentes han encendido las alarmas sobre los peligros inherentes al montañismo. Aunque la pasión por las cumbres impulsa a miles de personas a desafiar sus límites, estas tragedias recuerdan la importancia de extremar las medidas de seguridad y respetar las condiciones de cada entorno natural.