El Departamento de Estado de Estados Unidos elevó este miércoles la presión internacional sobre el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset: anunció una recompensa de hasta dos millones de dólares para quien aporte información que permita capturarlo en cualquier país. La decisión coincidió —y no por casualidad— con la llegada a Asunción de su esposa, Gianina García Troche, extraditada desde España para enfrentar cargos por lavado de activos y asociación criminal.

Marset, de 33 años, está imputado en Paraguay por encabezar una organización que intentó enviar 16 toneladas de cocaína a Europa en abril de 2021 (11 fueron incautadas en el puerto de Amberes, Bélgica). A ello se suman denuncias de blanqueo de capitales en bancos estadounidenses y la expansión de su estructura a Bolivia, donde se libró otra recompensa (USD 100.000) en 2023 sin éxito.

El agente estadounidense Tammy Bruce precisó que la nueva suma «refleja la gravedad y el alcance transnacional» del caso. Fuentes diplomáticas indican que Washington ve a Marset como un eslabón clave del tráfico que conecta la cuenca amazónica con los grandes puertos del Atlántico.

García Troche y Marset escaparon de su lujosa residencia en Santa Cruz de la Sierra el 29 de julio de 2023, un día antes de un megaoperativo boliviano que buscaba detenerlos por falsificación documental, tráfico de drogas y confabulación. Mientras él se esfumó, ella fue detenida el 17 de julio de 2024 en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Tras agotar las instancias judiciales, España autorizó su entrega a Paraguay.

El miércoles, pasada el mediodía, la mujer aterrizó en un vuelo comercial, fue revisada por médicos de la policía especializada y trasladada a un centro de detención en la capital. Allí deberá responder por presunto lavado de dinero, participación en la sociedad financiera San Jorge (señalada como vehículo para ingresos ilícitos) y co-propiedad de Total Cars, concesionaria de vehículos de alta gama en Asunción y Ciudad del Este.

Las acusaciones contra la pareja se enmarcan en la gigantesca ofensiva paraguaya contra el crimen organizado lanzada en 2022, conocida como “A Ultranza Py”. El Ministerio Público sostiene que Marset empleó empresas pantalla y cuentas locales para gozar de las ganancias del tráfico internacional, con la cooperación de cómplices como el paraguayo Miguel “Tío Rico” Insfrán, detenido desde 2023.

Con García Troche tras las rejas y una recompensa millonaria sobre la mesa, la cacería de Marset cobra un nuevo impulso. Fuentes de la Senad paraguaya no descartan que el capo haya cruzado nuevamente fronteras en las últimas semanas. En Asunción, fiscales anticorrupción ya preparan la ampliación de cargos contra la esposa, mientras coordinan con sus pares de Bolivia y Uruguay para estrechar el cerco.

La pregunta es cuánto tiempo podrá el fugitivo seguir moviéndose en la sombra ahora que, además de la Interpol, dos millones de razones motivan a posibles informantes en todo el continente.